La verdad es que cuando abres las puertas del estudio y ves la cara de los niños cuando ven el decorado de Navidad, no tiene precio. En sus rostros puedes observar la ilusión que les hace esta época tan maravillosa del año y sus ojos comienzan a brillar y empiezan a pensar qué es lo que les traerán los Reyes o Papá Noel, este año. Así descubrieron June y Ander nuestro estudio, comenzaron a jugar con todo, se lo pasaron pipa. Al principio, como es natural se mostraban tímidos, pero en cuestión de segundos su timidez se esfumó y comenzaron a disfrutar con todo lo que veían, así que yo no paré de fotografiarles ni un solo minuto. A veces dirigidos y otras con la espontaneidad que les caracteriza a los pequeños, comenzamos hacer una mini-sesión de lo más divertida.
Gracias chicos por dejarme participar en vuestros juegos e ilusiones y compartir con vosotros vuestros secretos de Navidad, ha sido una maravilla fotografiaros. Sólo deciros que tengáis mucha suerte y que os lo paséis muy bien en las vacaciones. ¡Hasta pronto!