Que Susana y Alberto iban a darle una sorpresa a su pequeña Lucía, lo sabía, pero que iba a ser un hermano, no nos lo podíamos imaginar, aunque deseosas estábamos las dos. Y así fue, un día sin más le comunicaron la noticia a su hija y se puso a saltar de alegría. La ilusión de la pequeña es tan grande que está ya, a pesar de que todavía le quedan unas semanas de embarazo, contando los días para ver la cara a su futuro hermano Diego.
Así lo demostró en el estudio, estaba emocionada, pero no solo ella, todos, sus padres y yo incluida. Disfrutamos como enanos y nos contagió la felicidad que sentía.
Muchas gracias Lucía por trasladarnos a tu pequeño mundo, por ser una menuda diminuta estupenda y por divertirnos tanto ese día. Gracias también a vosotros, Susana y Alberto, por compartir conmigo esa maravillosa espera, que en pocos meses tendrá su fruto: el pequeño Diego. Ya solo me queda deciros que: ¡hasta pronto!