El bebé que hoy os presento es un amor. Se llama Joaquín y con sus 10 meses recién cumplidos, se acercó a mi estudio con más curiosidades que con miedo. Era la primera vez que sus padres le hacía una sesión de fotos y estaban ellos, concretamente su madre, más nerviosos e inquietos de cómo se iba a comportar que el propio niño.
Haciendo lo propio de su corta edad, no paraba de gatear, ponerse de pie ayudado por todo lo que pillaba y curiosear cada rincón que se encontraba, estaba atento a todo. Me encantaba observarle, sacar sus gestos y sus expresiones… toda una delicia para un fotógrafo de niñ@s.
Así estuvimos todo el tiempo que duró la sesión y le gustó, se lo pasó bien, a pesar de que ya al final estaba agotado de tanta exploración por el plató, jajaja.
Gracias chicos por dejarme fotografiar a este pequeño explorador que tenéis, gracias por vuestra ayuda y colaboración constante y sobre todo gracias por el rato tan divertido que pasamos. ¡Hasta pronto!