Cuando llega diciembre, y sobre todo estos días de frío y niebla, parece que nos vamos adentrando cada vez más en la Navidad. Nosotros en el estudio ya estamos totalmente inmersos, nos falta el mazapán y los polvorones para festejar que todos los días es una gran fiesta. Y eso es lo que pretendemos con nuestras sesiones infantiles que los niños que pasen por el estudio crean que están viviendo un gran día. Juegan con la decoración, con Papá Noel y el muñeco de nieve, con las bolas y demás atrezos que tenemos, etc., se lo pasan a lo grande.
Así les ocurrió a Lidia y a Jara, dos pequeñas que a pesar de tener una diferencia de edad de casi 2 años, se divirtieron cogiendo y observando todo lo que se encontraban a su alrededor. Lidia, por ser la mayor, y estar más comprometida con la fotografía, estaba dispuesta a mostrarnos sus expresiones más geniales, y nos contaba todo el rato lo que le había pedido a Papá Noel y a los Reyes. Jara, la benjamina de la casa, se conformaba con coger las bolas y regalos e intentar abrirlos, para ella todo era novedad.
Estuvieron encantadas, de hecho, cuando terminó querían seguir jugando, nos costó arrancarlas pero yo feliz porque mis menudas diminutas de esta vez estuviesen como en su casa. Gracias chicas por ser estupendas y por iluminar con vuestra sonrisa el estudio, fue un gusto, la verdad. Por eso, solo me queda deciros que ¡hasta pronto!